PUBLICITE EN "LA VIDA ES UNA HISTORIA"..



PUBLICITÁ TU COMERCIO EN "LA VIDA ES UNA HISTORIA" EL PROGRAMA QUE SE METE EN EL CORAZON DE LA FAMILIA...TODOS LOS SABADOS DE 15 A 20 HORAS..¡¡¡TAMBIEN INCLUIMOS TU PUBLICIDAD EN ESTE ESPACIO!!!.. LLAMANOS 02983 - 422034 - 15566914

24.5.11

UN NUEVO 25 DE MAYO....

“En esto de reflexionar sobre un nuevo 25 de mayo, recordé una  canción de Cacho Castaña “Septiembre del 88”. Quizá para las nuevas generaciones no tenga un significado especial, pero, para quienes, con unos años a cuesta, hemos vivido las frecuentes crisis políticas y económicas, esta canción tiene un significado particular que podemos relacionarlo con lo que hoy estamos viviendo y con este 25 de mayo. Cuando me reencontré con esta canción  me llegó en particular ya que  plantea dos posibles actitudes frente a la crisis: nos quedamos en la queja y nos abatimos o nos ponemos a trabajar juntos para salir adelante. A 201 años de la  gesta de un grupo de hombres que – más allá de sus intereses personales, sus defectos y virtudes – se atrevieron a pensar un futuro diferente en un momento difícil, nos cabe la obligación de pensar qué hacemos nosotros hoy frente a la crisis. ¿Nos quedamos en la queja y el abandono o buscamos salir adelante haciendo lo mejor que podemos el trabajo que nos toca?  Tal como dice la canción “juntos podemos salir adelante”, pero para ello debemos “acordar” para dónde queremos ir  ya que cada uno tiene su propio “adelante”. Pero  para encontrar ese  “adelante” común” se requiere generar espacios de diálogos y consensos.  Y una vez que llegamos a los acuerdos cumplirlos revalorizando la ley como forma perfectible y necesaria para la vida en sociedad. Diálogos y consensos que, pese a estar en la boca de todos cuestan poner en práctica. Hablar de diálogo implica escuchar, y escuchar no sólo al que piensa igual, sino fundamentalmente al que piensa distinto y respetar las diferentes opiniones.  A diario vemos los conflictos que suceden, muchos de ellos por no sentirse las partes escuchadas. Pero  lo que es más grave, esto genera la idea que  la palabra "ya no vale". Y la palabra parece ya no valer cuando encontramos ejemplos de que lo que se acordó y prometió fue para “salir del paso” y sin voluntad de cumplir. . ¡Qué actualidad tiene la canción cuando dice “Si vieras que triste que esta la Argentina, tiene la mirada de los caminantes que ya no caminan, se muere de pena por tanta mentira, de tanta promesa por nadie cumplida…! ”La palabra parece ya no valer cuando a diario vemos que un reclamo por medios violentos parece tener más efectividad  que un pedido realizado por las vías que corresponden y en el marco de le ley. Palabra que parece no tener valor cuando los conflictos en algunos lugares y sectores parecen no  encontrar mecanismos eficientes de prevención, gestión y resolución.¿Qué ejemplos les estamos dando a nuestros jóvenes sobre el valor del diálogo y la escucha? ¿Hacia dónde nos encaminamos? ¿Cuál es nuestro “adelante” común?. El diálogo, los consensos, el trabajo y el respeto a la ley nos ayudarán encontrar ese “adelante” común y a tener esperanzas. Pero esta no es una esperanza “mesiánica” sino real, con hechos concretos, de personas concretas.  … ¿Estamos realmente dispuestos a asumir el desafío o nos quedaremos en la queja  y el abatimiento? La respuesta depende  de cada uno de nosotros”.

En La familia, estan los cimientos de toda sociedad.....

La única alternativa para transformar nuestra sociedad la encontramos en la familia, célula básica de la misma. Recordemos que la sociedad es lo que son los individuos y éstos lo que son sus familias. Las nuevas generaciones reclaman con justicia a los adultos: "no queremos procread...ores de hijos, queremos padres". A continuación comento un decálogo de consejos que quiero compartir con ustedes:

Primero. Nuestros hijos nos demandan que les dediquemos tiempo. Esto es fundamental porque, al no hacerlo, estamos delegando la formación de los seres que más queremos. Dejamos que los medios de comunicación, los amigos o bien el personal de servicio, les transmitan el cómo enfrentar la vida, siendo que no siempre, y menos aún en este momento, pueden diferenciar lo bueno de lo malo. El renunciar a darles tiempo lo pagaremos muy caro, porque nuestros hijos serán lo que estos tres agentes hagan de ellos.

Segundo. Ellos nos piden coherencia entre lo que decimos y hacemos, entre nuestra forma de pensar y actuar. Las palabras conmueven, pero el ejemplo arrastra. El no aceptar este compromiso genera incertidumbre en nuestros hijos y, lo que es peor, éstos acaban por no respetarnos.

Tercero. Tenemos que formarlos a través de la cultura del esfuerzo. Cada día constatamos con tristeza cómo en forma errónea les hemos hecho- y seguimos haciéndoles- la vida demasiado fácil, creándoles falsas expectativas. Recordemos que la felicidad nadie la recibe gratis; ésta se logra a través del esfuerzo y del renunciamiento. No olvidemos que los padres que no lanzamos a nuestros hijos al sacrificio, los traicionamos.

Cuarto. Debemos fomentar en nuestras familias el diálogo como arma, para erradicar los sinsabores de la vida, porque el silencio sólo agudiza las heridas, crea resentimientos y genera en nuestros hijos una manera de ser equivocada para enfrentar las divergencias de nuestro diario vivir.

Quinto. Por ningún motivo debemos cambiar nuestros roles de padres por el de un amigo más de nuestros hijos. Ellos tienen varios amigos, pero padre y madres sólo uno: no debemos caer en el error de suprimir el concepto de autoridad. A nosotros nos corresponde, a través del diálogo con los hijos, fijar las directrices para la familia. El día que ellos funden su hogar lo habrán de hacer con sus hijos, pero mientras vivan con nosotros tenemos la grave responsabilidad de ejecutar el papel de padres, no el de un amigo más.

Sexto. El amor de nosotros jamás llegará a la plenitud si no se irradia hacia los demás. Nuestro compromiso con la comunidad es fundamental para fomentar en nuestros hijos la entrega, creando así una sociedad donde se mejore el nivel de vida y se respete la dignidad de las personas. No olvidemos que "sobre toda propiedad privada, grava una hipoteca social", entendiendo por propiedad privada nuestra capacidad de inteligencia, creatividad y amor por las cuales no pagamos ni un centavo, de tal forma que no es lícito usarlas sólo para usufructo personal.

Séptimo. Evitemos caer en el error de que al tener a nuestros hijos en colegios privados cumplimos con nuestra obligación de educarlos. La responsabilidad principal recae en nosotros; las instituciones educativas tienen un papel subsidiario porque complementan lo que nosotros somos capaces de hacer de ellos.

Octavo. Administremos bien nuestra vida. Tenemos una misión tridimensional que cumplir: familia, trabajo y comunidad. El tener éxito en los tres ámbitos debe ser nuestro reto, nuestros hijos quieren ver padres que vivan intensamente esa vocación tridimensional, que trasciendan, para tener así paradigmas que les marquen el rumbo y les dejen huella.

Noveno. El exceso de actividades y la civilización del tener nos han llevado a relegar y, en muchas ocasiones, a olvidar a aquellos que poseen experiencia y amor y a quienes deberíamos venerar. Me refiero a los abuelos. Una sociedad que no tiene tiempo para amarlos, honrarlos, y respetarlos es una sociedad ingrata. Tenemos que volver hacia ellos: nunca será aceptable el evadir el compromiso de "amor con amor se paga" Si nuestros hijos nos ven esta actitud, no nos sorprenda que nos paguen con la misma moneda. El gran daño de la sociedad actual es que empezamos a creer que lo correcto es lo que la mayoría hace. No olvidemos que el mal será siempre mal aunque todo mundo lo haga y el bien seguirá siendo bien aunque nadie lo practique.

Décimo: Todo lo comentado anteriormente requiere de trabajo duro, de renunciar a muchas cosas de sacrificar diversiones tal vez merecidas, pero en ello radica el reto. Si queremos que nuestros hijos sean nuestro orgullo y felicidad el día de mañana, aceptemos hoy despojarnos de nuestro egoísmo en aras de esa felicidad que nadie nos arrebatará, y para que en el mañana jamás se diga que tus hijos y mis hijos son huérfanos de padres vivos.Ver más

13.5.11

¡ACTUEMOS COMO PADRES !!!

QUERIDO/A HIJO/A


Mientras vivas en esta casa obedecerás las reglas. Cuando tengas tu casa obedecerás tus propias reglas. Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral para ser tu padre: tú no votaste por mí. Somos padre e hijo por la gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la responsabilidad aterradora. Al aceptarla adquiero la obligación de desempeñar el papel del padre.

No soy tu amigote, nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros. Soy tu padre ¡Y eso es cien veces más que un amigo!. También soy tu amigo, pero estamos en niveles completamente distintos. En esta casa harás lo que yo diga y no debes cuestionarme porque todo lo que yo ordene estará motivado por el amor. Te será difícil comprenderlo hasta que tengas un hijo, mientras tanto confía en mí...

Atte:Tu Padre

GRAN PARTE DEL PROBLEMA QUE ESTAMOS VIVIENDO ES GRACIAS A TANTO PAPÁ BUENA ONDA.

Para tomar en cuenta... Responsabilidad, Honor, Vergüenza, Respeto, Principios Elementales de un buen padre. Bueno, pero... ¿Qué nos pasa? ¿Qué es lo que nos hace suponer, que alguien más tiene la responsabilidad de cuidar de nuestros hijos, si nosotros, que se supone que somos los que más los amamos, no queremos tomar esa responsabilidad?

Es ridículo ver esas mesas redondas, en las cuales funcionarios públicos, dueños de bares y discotecas, miembros de instituciones, ante los medios de comunicación se culpan unos a otros por algo que no es más que falta de responsabilidad de nosotros los padres. Que si en los boliches le venden alcohol a menores; que si los policías hacen la vista gorda, que si no cierran estos lugares a la hora señalada, que los jóvenes salen de estos lugares "totalmente borrachos" ¿Pero en dónde están los padres de este menor que tomó más de la cuenta? ¿Quién lo recibe en su casa a esas horas y en ese estado? ¿Quién le dio el dinero para entrar al boliche y para el alcohol ? ¿Dónde están los padres que le dieron el auto a un menor que no es capaz de hacerse responsable y maneja aunque esté tomado?

¿Por qué queremos pasarles la responsabilidad de decidir a nuestros hijos, si todavía no son capaces de decidir ni de qué color pintarse el pelo, hoy con rayitos, mañana mejor negro, verde, azul. ¿Porqué queremos creer que son maduros y responsables si nosotros mismos no lo estamos siendo? Nos volvemos ciegos a los peligros por comodidad, nos hacemos los "buena onda", "es que yo sí le tengo confianza a mi hija". Lo que tenemos es miedo y flojera, no queremos actuar como padres. Nuestros hijos no necesitan que seamos sus amigos... Ellos ya tienen un montón de amigos, de su edad. Nuestros hijos necesitan padres valientes y responsables, que fundamenten principios básicos, que pongan reglas y luego estén ahí para ver que se cumplan.

¿Cómo va a depender la seguridad de mi hijo del empleado de un boliche?? ¿o del agente de policía, o si el dueño de la disco no cumple la ley y cierra a las 6:00 a.m. en lugar de a las 3:00 a.m.?

Yo creo que sí debería de haber un horario, "pero el que los padres pongan en su casa" independientemente de la hora que cierren los boliches.

¿De qué tenemos miedo, Papás? ¿Porqué no podemos poner reglas? ¿Porqué no podemos exigir que se cumplan? ¿Porqué abandonamos a nuestros hijos en busca de nuestras propias comodidades?

Si los jóvenes no necesitaran guía, si no necesitaran límites, ni autoridad a quién respetar...no existiríamos los padres. Se nos encomendó una misión muy especial, la más grande: colaborar con Dios en la Creación y es a nosotros a quien se nos pedirá cuentas por nuestros hijos; no al dueño del bar, ni al amigo de nuestro hijo que iba conduciendo borracho cuando chocaron, ni al novio que se está luciendo de lo rápido que maneja y lo bien que "controla" el auto aún estando borracho, ni al policía, ni al maestro...¡nosotros somos los responsables, nadie más!

Sé que actuar como padres responsables, la mayoria de las veces no les cae bien ni a nuestros hijos, ni a sus amigos. y es muy difícil, claro, ¡pues no importa! No estamos en campaña de elecciones para ser el papá más popular del año, pues ya cada quién tiene el padre que le tocó y sería estúpido poner en peligro la seguridad de nuestros hijos por quedar bien y caerles bien a sus amigos y aún más estúpido utilizar a nuestros hijos como instrumentos de venganza hacia nuestras fallidas relaciones en esta época de tantos padres divorciados.

Es horrible oír de muertes de muchachos así, que han tenido la desgracia de toparse con esos otros jóvenes, hijos de padres "buena onda". Incluso oír de muertes de niños por accidentes o asesinatos que no han estado al cuidado de su papá y/o mamá. Es increíble ver a los niños(as) jugando SOLOS en la calle sin ningún cuidado y es increíble ver a nuestros jóvenes metidos en los boliches durante todo el fin de semana tomando y en muchas ocasiones tomando y "algo mas" ya sea por voluntad propia y/o propiciados por tanta gente sin moral y sin escrúpulos.

No estaría mal ganarnos el respeto de nuestros hijos, tomando las riendas de su vida, haciéndonos responsables de su hora de llegada, de lo que toman, de sus calificaciones, haciéndoles saber lo que esperamos de ellos y creando los medios para ayudarles en su lucha para conseguirlo.

Pongamos los pies sobre la tierra, seamos consientes...

Los jóvenes y niños, lo único que necesitan, es que ¡ACTUEMOS COMO PADRES !!!

Nunca, nadie podrá hacer que nuestros hijos regresen a casa a tiempo y a salvo, si nosotros no podemos hacerlo. No existe ley, ni horario, ni funcionario capaz de hacer por nuestros hijos, lo que nosotros no seamos capaces de hacer.

8.5.11

En estos dias, el horror de un nuevo homicidio tan injustificado como increíble, de un joven nos vuelve a sacudir, En cada lugar de la ciudad se habla de lo ocurrido. Muchos padres, están tan preocupados como “poco ocupados” de sus hijos, para colmo de males, las circunstancias sociales tampoco ayudan. El alcohol y las drogas vienen en un “combo...” (permítanme esta expresión muy conocida en el ambiente juvenil) cultural de música, imágenes breves fragmentadas, palabras efímeras, videoclips, en un tiempo y un espacio de gran rapidez y donde la velocidad es el verdadero lenguaje, además, hoy, los adolescentes se socializan en la fiesta. La fiesta es el evento central del rito adolescente actual. Las palabras familiares hoy corren en desventaja frente a este marco cultural que responde a las leyes del marketing.

Si te incluís en este combo tenes pertenencia, de lo contrario “no existís”.

La responsabilidad de los padres debe ser ayudarlos a distinguir entre el gusto por la música y la cultura del videoclip y las drogas y el alcohol como daño a la salud. EN ÉSTA SUTIL SEPARACIÓN, HOY SE JUEGA EL DESTINO DE MUCHOS DE NUESTROS HIJOS.

Además estaría bueno que cuando nuestros hijos estén suficientemente crecidos para entender la lógica que nos motiva a los padres a ponerles limites, poder decirles:

“Los amé lo suficiente como para preguntarles y controlarles dónde iban, con quiénes iban y a que hora regresarían. Los amé lo suficiente para no quedarme callado, y para hacerles saber aunque no les gustara, que aquel nuevo amigo, no era buena compañía”.